Ahora que llegan las vacaciones, es el momento de descansar tanto el cuerpo como la mente para volver a la rutina con la misma energía o más, pero eso no significa que haya que descuidarnos.
Aunque parezca ilógico, para mucha gente lo habitual es cambiar sus hábitos en vacaciones y caer en excesos, aun habiendo pasado todo el año practicando deporte y comiendo sano. No obstante, esto también ocurre en aquellas personas que llevan un estilo de vida completamente distinto.
Para disfrutar más que nunca de las vacaciones, lo ideal es mantener los buenos hábitos o empezar a incorporarlos en nuestra vida aprovechando el periodo de descanso del trabajo. Este tiempo no debería ser un sinónimo de excesos en comida y bebida.
De esta manera, te ofrecemos algunos consejos que puedes seguir para enfocar tus vacaciones de manera que te resulten lo más beneficiosas posible:
1. Ten cuidado con los modelos de “todo incluido” o bufés libres
Estos sistemas se caracterizan, por lo general, por permitirte comer toda la cantidad que quieras sin realizar un pago adicional. Aunque son muy populares, es normal que nos podamos pasar de la raya, haciendo que pongamos nuestra salud en riesgo.
Sin embargo, en el caso de la modalidad de “todo incluido” es posible aprovecharla si tenemos en cuenta qué deberíamos comer. Así, podemos optar por desayunar cereales, frutas y yogur, por ejemplo. De la misma forma, para el almuerzo y la cena podemos escoger algún pescado y verduras.
En general, la idea es evitar ingerir más alimentos de los que deberíamos por el simple hecho de que no nos suponga un coste adicional. Es esencial recordar cuál es nuestro gasto energético, que posiblemente en vacaciones sea menor.
2. No dejes de realizar ejercicio físico
Tanto si ya tienes una rutina de ejercicios como si no, no descuides tu actividad física estando de vacaciones. Es más, puedes aprovechar para hacer deportes que en tu día a día no puedes realizar o que no están disponibles en casa y en el lugar de destino, sí. La playa o la montaña son lugares ideales en los que, además, podrás estar en contacto con la naturaleza. Disfrutar de ello no está reñido con mantener tu peso o tu silueta habitual.
Mantener el ejercicio no deja de ser positivo y hará que luego sea más fácil volver. Al no tener que ir a trabajar, puedes emplear el tiempo que te queda libre para practicarlo a las primeras horas del día. Si durante todo el año has llevado a rajatabla tu rutina, puedes adaptarla para que sea menos intensa durante tus vacaciones y, de esta forma, no la descuidas.
3. Hidrátate
Con el calor, nuestro cuerpo pierde más líquido, por lo que es esencial hidratarse y más aún cuando se está realizando algún tipo de ejercicio, por mínimo que sea (hacer alguna caminata, nadar…).
Puedes llevarte contigo siempre una botella de agua en tu bolso o mochila e ingerir frutas para evitar deshidratarte.
Por otro lado, las bebidas que tomamos también cuentan, no solo la comida que comemos. Recuerda que los refrescos, los batidos no naturales o las bebidas con alcohol no son una opción para mantenernos hidratados, ni tampoco la más saludable. En este sentido, para refrescarte puedes optar por una infusión fría.
4. Pasa tiempo contigo mismo
Tómate tu tiempo para estar contigo mismo, en silencio. Puedes realizar alguna actividad mientras tanto: tomar el sol, pasear, nadar…siente tu cuerpo y tu mente.
5. Prescinde de las pantallas
Intenta soltar las pantallas todo lo que puedas, ya sea el móvil, la tablet, el ordenador o cualquier otra.
Aprovecha este tiempo libre y busca un buen libro, medita, haz pasatiempos, dibuja o pinta…
6. Descansa
Si cuidar nuestra alimentación y hacer deporte es fundamental, descansar también. No debemos olvidar que un sueño reparador de 7 u 8 horas ayuda a que luego durante el día tu cuerpo y tu mente se mantengan activos.
No busques unas vacaciones en las que siempre trasnoches, lo ideal es que intentes conseguir el descanso que tu cuerpo necesita, incluso puedes tomar una siesta si lo necesitas.
Asimismo, intercalar la actividad física con otras actividades más tranquilas como la lectura, escuchar música o aprender a tocar un instrumento nos ayudará a alejarnos de los problemas con los que lidiamos habitualmente.
Por último, no es necesario que te obsesiones con el ejercicio en vacaciones: dar una vuelta, caminar, descubrir el sitio al que vas, nadar en la playa, hacer una excursión al monte…son actividades poco intensas, pero con efectos beneficiosos.
Así, incluso en vacaciones debes ser muy consciente de qué vas a comer, qué actividad vas a realizar y procurar no cambiar radicalmente tus hábitos o tu rutina. Simplemente se trata de no excederse y de saber racionalizar; de descansar, pero sin maltratar a tu mente y tu cuerpo.
En Abora sabemos que una nutrición adecuada no se trata solamente de ponerse a dieta, sino de tener hábitos alimenticios que conduzcan a un estilo de vida saludable. No dudes en hacernos una consulta, estaremos encantados de ayudarte.